El sueño y la alimentación
“Dormiré cuando muera” o “ya habrá tiempo para descansar cuando muera” son algunas de las frases típicas que respondemos cuando un médico o alguien cercano nos dice, tenés que descansar o tenés que dormir más. Respetar nuestro ritmo circadiano es crucial para el buen funcionamiento de nuestro organismo, es nuestro reloj interno que regula nuestro comportamiento y estado fisiológico durante un ciclo de 24 hs.
No te pasó que cuando pasaste una noche fatal, casi sin dormir, al otro día, además de sentirte un zombie, no coordinas, no tienes ganas de nada, tienes más hambre de lo habitual, etc, esto sucede porque el cuerpo no logro repararse, nuestro cuerpo se desestabiliza. Me pasó durante varios años de mi vida, en que mi horario de trabajo comenzaba a las 4 de la mañana, mi horario para irme a dormir era las 11/12 de la noche, antes imposible, cuando uno es madre de tres, hay muchas cosas imposibles. Con lo cual dormía entre 3 y 4 horas, cuando las dormía, lo cual afectó gravemente mis hormonas y mi metabolismo, dejando secuelas que arrastró hasta el día de hoy.
Hay varios factores que influyen y afectan a nuestro ritmo circadiano en esta modernidad que vivimos, las pantallas y nuestra exposición constante a ellas, la temperatura ambiente, lo que comemos y cuándo lo comemos, las interacciones sociales y la luz. Exponernos a la luz natural de la mañana, antes que a la de una pantalla o luz artificial, es lo mejor que podemos hacer por nuestro ritmo circadiano. Como ya te conté en otro post, somos seres ancestrales, nuestro ADN sigue siendo ancestral, se quedó en la prehistoria y no entiende de esta loca modernidad que vivimos, cuando no había luces artificiales, en la prehistoria, el ser humano la primera luz que veía era la luz del amanecer, la del atardecer y el fuego, antes de ir a dormir, luces con tonos amarillos, anaranjados y rojos, que favorecen y ayudan a nuestro ritmo interior, desatando las hormonas correctas, manteniendo los procesos en perfecta sintonia.
La modernidad y el descubrimiento de la electricidad y la luz artificial comenzó a desestabilizar al ser humano, somos animales por naturaleza, aunque nos cueste reconocerlo. La tecnología vino a resolver muchas cosas de la modernidad, pero impacta muy mal en nuestra salud.
Una de mis prácticas favoritas y habituales, es al levantarme, salir afuera de mi casa, mirar hacia el sol, no hace falta que lo mires directamente, solo que la luz del sol sea la primera luz que veas, para activar el cortisol , para darle la señal a tu cuerpo que es hora de despertar, no la luz de una pantalla de computadora/ordenador o tu teléfono, la luz del sol y un vaso de agua cuando me levanto de la cama, es mi biohack preferido. Por la tarde, en la ciudad, es un tanto difícil ver el atardecer, pero conviene tener en casa, luces con tonalidades naranjas, luz cálida, no luz fría. Los biohackers crearon y utilizan anteojos con cristales rojos cuando llega el atardecer y amarillos en la mañana. Todas estas prácticas son para colaborar con nuestras hormonas, así como hay quien toma píldoras de melatonina, quienes practican biohacking, utilizan estos métodos (y muchos más) para activar las hormonas naturalmente en el cuerpo.

“La noche se hizo para dormir”, cuando llega el atardecer, bajan las luces en el mundo, dentro de tu casa es como si todavía es de día?, ahí está el problema, muchas veces decimos, mis hijos no se van a dormir nunca, son las doce de la noche y es como si para ellos fueran las dos de la tarde, acá tenés la principal razón, controlaste el nivel de intensidad de la luz en tu casa?, la exposición a las pantallas?, a qué hora fue su última comida?. Todas las respuestas que des a estas preguntas son las que influyen y pueden inhibir parcialmente la producción de melatonina en nuestro cuerpo, los niños no están exentos.
Desde la alimentación también podemos ayudar a nuestro ritmo circadiano, una alimentación ancestral hace y favorece a las hormonas y a nuestro metabolismo, consumir una alimentación baja en carbohidratos y ancestral ayuda a lograr la homeostasis, el equilibrio de nuestro organismo. Cuando haces tu última comida? ¿comes y te vas a dormir inmediatamente? esto va a hacer que no puedas descansar bien, tu cuerpo está ocupado haciendo la digestión en lugar de trabajar en su ritmo circadiano. Siempre trata de hacer una comida con 3 o 4 horas de diferencia a la hora de dormir. Las bacterias y los órganos tienen su ritmo interno también. Cuanto más habituales sean tus horarios de comidas, mejor sincronicidad tienen, el órgano se prepara antes para hacer la digestión, tiene una respuesta anticipada. Pero todo esto se logra en una alimentación ancestral, nunca se puede lograr con alimentos ultraprocesados, cuanto más consciencia logremos en nuestra alimentación, más fluyen estos procesos. Es muy importante atender cuando tenemos realmente hambre, no comer todo el tiempo, no comer cuando nos dicen que debemos comer, 4 o 5 comidas diarias, mas snacks como colaciones es una locura de la modernidad, come cuando tu cuerpo te diga que tienes hambre, recarga de energía tus células con alimentos reales, proteínas, grasas saludables, verduras y frutas bajas en carbohidratos.

Cuando no tienes un sueño reparador, no respetas tu ritmo circadiano, no hay reparación, durante el sueño se activan una serie de genes encargados de la restauración y de rutas metabólicas. Hay un ahorro de calorías mientras dormimos, algo así como unas 110 calorías. El procesamiento cerebral, que nos habla de la capacidad de aprender, la memoria, las soluciones a problemas complejos, la conexión y comunicación entre neuronas, se establecen mientras dormimos. Cuando dormimos 5 horas aproximadamente, se activa la hormona GRELINA, buscamos más carbohidratos constantemente, azúcar sobre todo, esto nos produce más cansancio y más estrés, que nos predispone a tener infecciones, pérdida de memoria, enfermedades cardiovasculares y probabilidades de desarrollar diabetes tipo 2, entre otras cosas. Cuando estamos cansados recurrimos a estimulantes, cafeína, alcohol, drogas, etc. comenzamos a experimentar periodos de microsueño, el cual es un sueño involuntario y muy peligroso, causante de muchos accidentes.
Hay personas que necesitan dormir más horas y otros necesitan menos, el proceso del sueño también es un aprendizaje consciente que tenemos que aprender a respetar, así como la alimentación, forman parte de los buenos hábitos de salud que practiquemos.
Y vos, ¿cómo dormís? ¿Tenías conocimiento de cómo influye esto en tu salud?. Déjame tu comentario o tus dudas que los responderé con mucho gusto.